« Toda creación comienza con una visión. »

Sarah Dikker es una florista maestra que encuentra su inspiración principalmente en el extranjero. Explica cómo influye esto en su profesión.

“Los viajes cambiaron por completo mi forma de ver las flores”, cuenta Sarah. “Cuando fui a Estados Unidos a los 21 años, me sorprendió ver cuánto dinero se invertía en decoración floral. Las flores combinaban perfectamente con los manteles y la decoración interior. Había un nivel de detalle que en los Países Bajos no se ve tanto.”

Para Sarah, cada proyecto comienza con una visión. “La inspiración nace en mi mente; la veo en 3D. La idea es un destello preciso que hay que plasmar: desde bocetos técnicos y visualizaciones en 3D hasta ejemplos de composiciones, uso de materiales y la historia que debe acompañar la creación. La cultura y las historias de las personas son parte fundamental de este proceso. Al final, se trata de contar una historia y dar vida a un mensaje. Trabajamos en un sector donde se nos pide transmitir emociones y valores. No debemos tomárnoslo a la ligera. Un evento no es nada sin decoración; esta contribuye de forma esencial a la experiencia. La belleza de las flores es algo que todos entienden: es un lenguaje universal.”

Creaciones especiales
¿Sus creaciones más especiales? “Siempre me propongo revivir todas las ideas fundamentales sobre la estética y sorprender constantemente. Mi objetivo es crear una obra tan poderosa y tan acorde con la historia que despierte emociones. Si lo logro, he cumplido mi misión. Por ejemplo, en lugar de una composición sobre una mesa, un día diseñé árboles bajo los cuales la gente podía pasar. Las ramas estaban completamente cubiertas de flores.”